Cerveza belga de fermentación espontánea que se desarrolla en contacto con la flora natural del ambiente. Suelen presentar sabores agrios y complejos, perfectos para quienes disfrutan de propuestas atrevidas.

Una cerveza de alta graduación alcohólica y gran complejidad, con sabores intensos a malta, frutas secas y, a veces, un toque de alcohol cálido, ideal para degustación lenta y maridajes exquisitos.

Conocida por su carácter refrescante y especiado, esta cerveza belga suele presentar un perfil complejo con notas frutales, herbales y un toque ácido, perfecta para quienes buscan una experiencia diferente.

Una cerveza de origen alemán, con una intensidad maltosa pronunciada, ligeramente dulce y con bajo amargor, ideal para disfrutar en días fríos o para maridar con comidas robustas.

Con un color ambarino, esta cerveza combina la dulzura de las maltas caramelizadas con un toque sutil de amargor de lúpulo, resultando en un perfil equilibrado y accesible.

También oscura, pero generalmente menos intensa que la stout, la porter presenta sabores a chocolate, caramelo y, en ocasiones, ligeros toques ahumados.

Una cerveza oscura y robusta, con toques a café, chocolate y malta tostada. Suele ser cremosa y con un final suave, ideal para los amantes de sabores intensos y profundos.

Una cerveza rubia de origen checo, refrescante y con un sabor limpio. Se caracteriza por su amargor moderado y notas herbales, ideal para quienes buscan una opción ligera y refrescante.